martes, 21 de abril de 2015

Ultimo capitulo de la segunda parte de Don Quijote



Es el personaje principal de la obra de Cervantes.
Idealista y defensor de causas ajenas en nombre de la justicia, la defensa de los débiles, el honor y el amor. Se preocupa más de los demás que de sí mismo. Se arma caballero y sale en busca de aventuras para conquistar el corazón de su “inventada” amada Dulcinea.
Alonso Quijano era un hidalgo de unos cincuenta años, de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro, gran madrugador y amigo de la caza. Se pasaba el día leyendo libros de caballerías



De un gran corazón. Vecino de Don Quijote, de profesión labrador. Se convertirá en Escudero de Don Quijote acompañándole vaya donde vaya.
Es su fiel compañero. Es realista y sencillo. Es quien devuelve a Don Quijote a la realidad diciéndole que lo que está viendo en realidad es otra cosa. Don Quijote le promete el gobierno de una ínsula y él se pasa la obra recordándoselo a su señor. Es la ambición ingenua que tiene para darle mejor vida a su familia. Se va “quijotizando” según van avanzando los acontecimientos.

No aparece hasta el capítulo 3 de la segunda parte de la novela. Es uno de los personajes secundarios más importantes del Quijote. El bachiller Sansón Carrasco es un hombre joven optimista y agradable que estudia a Aristóteles y se basa en la lógica.
Se le describe como no muy grande de cuerpo, aunque muy gran socarrón, de color macilenta, pero de muy buen entendimiento; tendría hasta veinte y cuatro años, de nariz chata y de boca grande, señales todas de ser de condición maliciosa y amigo de donaires y de burlas.


Muchacha que vive en la misma casa que Don Quijote, que es su tío. No llega a los 20 años. Es en realidad la primera persona que sugiere la quema de los libros de su tío. Intenta convencer a su tío de que un encantador se ha llevado el aposento con sus libros.
También sugiere que se quemen los libros pastoriles cuando Don Quijote habla de convertirse en pastor: “Ay señor!, bien los puede vuestra merced mandar quemar, como a los demás, porque no sería mucho que, habiendo sanado mi señor tío de la enfermedad caballeresca, leyendo éstos, se le antojase de hacerse pastor y andarse por los bosques y prados cantando y tañendo; y, lo que sería peor, hacerse poeta; que, según dicen, es enfermedad incurable y pegadiza.”


Es el Licenciado Pedro Pérez, cura que visitaba mucho la casa de Don Quijote.
Tuvo la idea de quemar los libros de caballerías de Don Quijote. Don Quijote discute con él muchos asuntos relacionados con la caballería. Duda que existan los caballeros andantes que salen en las novelas de caballería. Es quién junto con el barbero, saldrá en busca de Don Quijote cuando éste emprende sus hazañas. Idea la manera para sacar a don Quijote de su penitencia en Sierra Morena: “dijo al barbero que lo que había pensado era que él [el cura] se vestiría en hábito de doncella andante, y que él procurase ponerse lo mejor que pudiese como escudero, y que así irían adonde don Quijote estaba, fingiendo ser ella una doncella afligida y menesterosa, y le pediría un don, el cual él no podría dejársele de otorgar, como valeroso caballero andante.”

Resumen del capitulo:
Estaba Don Quijote con el cura, el barbero, Sancho, el Bachiller y la sobrina. Estaba Don Quijote estaba tumbado en la cama enfermo a punto de morirse, y de repente se le viene a la cabeza todas sus aventuras. Se arrepiente de haber hecho de que Sancho Panza tuviera que pasar vergüenza por tener que acompañarlo. 
Sancho decía que quería seguir haciendo aventuras con Don Quijote. Al final entre toda la gente que había rodeando la mesa Don Quijote murió. Y Sansón Carrasco le dedicó una poesía. Don Quijote murió porque tuvo una fiebre altísimo que le duró unos 8 días.





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